Las estufas para aplicaciones industriales de Carbolite Gero han sido desarrolladas para diversas aplicaciones y se emplean sobre todo para el procesamiento por lotes.
Estas se caracterizan por su diseño robusto y bien concebido, así como por el empleo de materiales de larga vida útil, lo que las hace ideales para el uso en entornos de producción.
Todas las estufas industriales puede suministrarse con una amplia gama de opciones de equipamiento, por ejemplo diversos mecanismos de carga y manipulación, o bien sistemas avanzados de control de temperatura.
Una estufa industrial es un dispositivo de calentamiento que cumple los requisitos de control y uniformidad de la temperatura de un proceso específico. Es un equipo común utilizado en un entorno de producción donde se requiere el calentamiento de materiales. Dependiendo de la aplicación, las estufas industriales varían en tamaño y volumen, así como en la temperatura máxima que pueden alcanzar. Las estufas industriales pueden fabricarse para cumplir con normas sectoriales, como la NADCAP AMS2750F y la CQI-9.
En principio, la diferencia entre una estufa de laboratorio y una industrial es el tamaño. Las estufas industriales suelen procesar lotes de material más grandes, mientras que las de laboratorio se utilizan normalmente para procesar muestras más pequeñas. Las estufas industriales tienen una construcción más robusta, para soportar las exigencias de los entornos de producción.
Una estufa industrial funciona calentando el aire que contiene la cámara de la estufa, mediante elementos calefactores eléctricos. El aire se suele mezclar mediante un ventilador de circulación montado en el interior de la cámara de calentamiento, para garantizar una distribución uniforme del calor, lo que se conoce como "convección forzada". Las piezas colocadas dentro de la cámara se calientan por la acción del aire caliente;
La temperatura típica de funcionamiento de una estufa industrial dependerá enteramente de los requisitos de la aplicación. Carbolite Gero suministra estufas con temperaturas máximas de hasta 300°C para aplicaciones como el secado y la extracción de humedad, y estufas para aplicaciones como el recocido y el sinterizado, que pueden requerir temperaturas de hasta 600 o 700°C.
Las principales ventajas de una estufa industrial eléctrica frente a una de gas son la limpieza y la precisión en el control de la temperatura. El calentamiento eléctrico es muy limpio porque no hay "productos de combustión" que contaminen la cámara. El calentamiento eléctrico consigue un control muy preciso de la temperatura porque la potencia de los elementos calefactores puede controlarse con gran rapidez y precisión.
El coste de funcionamiento de una estufa industrial dependerá, principalmente, de la temperatura de funcionamiento y del tamaño de la cámara. Las estufas industriales energéticamente eficientes están bien aisladas, y su consumo de energía puede calcularse fácilmente. Si el proceso requiere cambios de aire significativos, por ejemplo para eliminar disolventes potencialmente explosivos, los costes de funcionamiento serán mayores.