Los hornos de vacío de Carbolite Gero se fabrican siguiendo los estándares de calidad más altos. Carbolite Gero cuenta con décadas de experiencia en el desarrollo de plantas e instalaciones que operan con altas temperaturas y sistemas de vacío.
Estos hornos están concebidos para el trabajo con diferentes tipos de vacío, así como gases reactivos o inertes. Dependiendo del modelo, el aislamiento del horno de vacío puede ser de metal, grafito o cerámica, siendo los modelos con grafito los que pueden alcanzar las temperaturas más altas (hasta 3000°C, bajo demanda).
Carbolite Gero ofrece para sus hornos de vacío – ya desde el momento de hacer el pedido – numerosas opciones de equipamiento que incluyen software avanzado, registradores de datos y controladores digitales sofisticados que permiten implementar diferentes niveles de control durante la operación del aparato así como el registro completo del proceso. Para algunos hornos se ofrecen asimismo diferentes bombas, sistemas de vacío y sistemas de enfriamiento que satisfacen necesidades específicas.
Todos nuestros hornos de vacío son de construcción robusta y garantizan un calentamiento rápido y uniforme bajo atmósfera controlada, lo que los hace ideales para numerosas aplicaciones en entornos industriales difíciles y en el laboratorio.
Entre las aplicaciones típicas de los hornos de vacío pueden mencionarse la soldadura fuerte, el sinterizado, el recocido, la desgasificación, el secado, el temple, el enfriamiento brusco y el endurecimiento. Los hornos de vacío también pueden emplearse para el moldeo por inyección de metales (MIM), el moldeo por inyección de materiales cerámicos (CIM), la metalización, la silicación, la carbonización y otros procesos industriales.
Los diferentes modelos con apropiados para diferentes funciones. Los hornos de vacío de campana ofrecen las atmósferas más puras posibles, mientras que los modelos de carga inferior facilitan el acceso a la muestra. Los hornos de vacío de laboratorio tienen un diseño más compacto que otros modelos, siendo más apropiados para entornos de investigación. Todos los hornos de vacío de Carbolite Gero se basan en modelos de no vacío, que han sido modificados y equipados con una unidad de vacío según el tipo de aplicación. Por esto es que podemos ofrecer una gran variedad de diámetros y longitudes. Así, por ejemplo, en el caso del HTRH-H2 es posible trabajar con atmósferas de hidrógeno.
Un horno de vacío permite el tratamiento térmico en vacío. Se distingue entre hornos de vacío de pared fría y de pared caliente. Los hornos de vacío de pared fría funcionan con un recipiente de vacío refrigerado por agua, que se mantiene frío durante todo el proceso de tratamiento térmico. Los elementos calefactores se encuentran dentro de este recipiente. En cambio, los hornos de vacío de pared caliente funcionan con elementos calefactores situados fuera del recipiente de vacío (por ejemplo, un tubo de cerámica o de cuarzo), y se calienta el propio recipiente.
La temperatura máxima de los elementos calefactores normales de tipo resistencia, en un entorno de aire/oxidante, es de 1800°C. Para temperaturas superiores, se debe utilizar un horno de vacío y aplicar una atmósfera no oxidante. Los hornos de vacío permiten alcanzar temperaturas de hasta 3000°C con elementos calefactores de tipo resistencia.
Muchas aplicaciones requieren un tratamiento térmico al vacío, por ejemplo, la soldadura al vacío y la soldadura fuerte, el recocido al vacío, la sinterización, etc. En general, se necesita un horno de vacío para cualquier tipo de tratamiento térmico en una atmósfera definida, mayoritariamente no oxidante. Además, también puede tener sentido utilizar un horno de vacío para el tratamiento térmico con una concentración de oxígeno definida que sea diferente de la composición del aire (por ejemplo, 100% de O2).
El propio vacío es, por supuesto, una atmósfera posible para los hornos de vacío. Dependiendo de la aplicación, el nivel de vacío puede ser grueso, fino, alto o incluso ultra alto. Además, como un horno de vacío permite eliminar completamente la atmósfera de aire, también es posible trabajar, tras evacuar la atmósfera inicial mediante vacío, con diversos gases o mezclas, como argón, nitrógeno, hidrógeno, monóxido de carbono, helio, etc.
Normalmente, en un horno de vacío (de pared fría) se utilizan elementos calefactores de grafito, molibdeno o tungsteno. Estos elementos poseen bajas presiones incluso a altas temperaturas. En vacío es posible alcanzar 2200°C, 1600°C y 2200°C respectivamente.
