Estos hornos fueron originalmente creados para aislar el material a tratar del combustible empleado (p.ej. aceite) en una mufla resistente al calor y evitar así su contaminación con cenizas, gases de combustión u hollín. Con la introducción de las resistencias eléctricas este efecto contaminante pudo prácticamente ser eliminado, de manera que en los hornos de laboratorio modernos las resistencias se encuentran directamente en la cámara.
No obstante, el término "horno de mufla" sigue empleándose, siendo hoy en día prácticamente equivalente al término "horno de cámara". Además, para algunas aplicaciones como la calcinación en hornos de calcinación o el trabajo bajo atmósfera controlada en hornos de vacío sigue siendo necesaria la separación de los elementos calefactores y la cámara del horno.
La gama de hornos de mufla de Carbolite Gero se ha venido desarrollando permanentemente desde hace 80 años y cuenta con productos de altísima calidad que cumplen con los estándares más exigentes y tienen una larga vida útil. Los hornos de mufla se ofrecen en diferentes tamaños como modelos de sobremesa o de piso, y pueden alcanzar temperaturas de hasta 1800°C (los hornos de vacío hasta 3000°C).
Nuestra amplia experiencia en la producción de hornos de mufla para clientes de todo el mundo ha convertido la marca Carbolite Gero en un sinónimo de "tecnología punta en tratamientos térmicos", siendo prueba fehaciente de ello el enorme número de hornos de mufla con una edad de casi 30 años que todavía se encuentra en funcionamiento – gracias a un mantenimiento y servicio regulares.
Independientemente del presupuesto que usted tenga a disposición, podemos ofrecerle soluciones de alta calidad que sobrepasarán sus expectativas: rampas de calentamiento rápidas, excelente uniformidad de temperatura, controladores intuitivos con pantalla táctil y numerosas opciones especiales como balanza integrada (para análisis termogravimétricos (TGA) y determinación de la pérdida de peso por ignición (LOI)) o sistema de postcombustión para la eliminación de humo y vapores tóxicos durante el tratamiento térmico.
En nuestra extensa gama de productos usted siempre encontrará una solución estándar para muchas aplicaciones. Y para aquellas exigencias más específicas y personalizadas ofrecemos numerosas opciones de equipamiento así como modelos de construcción completamente personalizada.
Un horno de mufla es un dispositivo de calentamiento que satisface los requisitos de control preciso y de uniformidad de temperatura en el trabajo de laboratorio. Es un equipo estándar en muchos laboratorios, que se utiliza para una amplia gama de aplicaciones, como la incineración o el tratamiento térmico de materiales. Los hornos de mufla también se conocen como hornos de cámara u hornos de caja.
Los hornos de mufla están disponibles con un amplio rango de temperaturas máximas. La temperatura máxima dependerá del tipo de elementos calefactores utilizados. Los más comunes tienen elementos calefactores de alambre metálico, con una temperatura máxima en el rango de 1000°C a 1200°C. Los hornos de mufla con elementos calefactores de carburo de silicio pueden llegar a los 1600°C, y con elementos calefactores de disiliciuro de molibdeno pueden alcanzar los 1800°C.
Los hornos de mufla pueden utilizarse para una amplia gama de aplicaciones que incluyen la incineración, el tratamiento térmico de materiales, el recocido, la calcinación, el análisis de pérdida por ignición, el análisis termogravimétrico, el templado y la sinterización.
El tiempo necesario para que un horno de mufla alcance su temperatura máxima dependerá de varios factores, como: el tamaño del horno, la potencia máxima disponible y el material utilizado en la construcción del horno. Un horno de laboratorio pequeño, con aislamiento de baja masa térmica, puede alcanzar su temperatura máxima en tan sólo 20 minutos, mientras que un horno de gran tamaño que incorpore materiales refractarios densos puede tardar varias horas en alcanzar su máxima temperatura.